Fotografía digital
- Conceptos
- Velocidad de obturación
Como sabes, la velocidad de obturación no es más que el tiempo que la cámara deja pasar la luz hasta el sensor. Permite y corta su paso abriendo o cerrando las cortinillas del obturador.
Este ajuste tiene grandes posibilidades creativas, con ella puedes congelar un movimiento que dura milésimas de segundos a otro que dure varios minutos, incluso horas.
Es importante que conozcas el modo BULB, para seleccionarlo tendrás que llegar al límite de segundos que permita seleccionar tu cámara y verás la opción BULB o una B. Con el modo BULB el obturador estará abierto mientras mantengas pulsado el botón de disparo.
Es muy recomendable utilizar un cable para no estar 30 minutos pulsando el botón o corras el riesgo de mover la cámara mientras esté haciéndose la foto.
2. Apertura de diafragma
Si la velocidad de obturación es el tiempo que la cámara permite dejar pasar la luz, la apertura controla la cantidad de luz que entra durante ese tiempo.
En un día soleado necesitarás cerrar el diafragma para evitar que entre demasiada luz y la foto salga sobreexpuesta, aunque también podrías configurar una velocidad de obturación muy rápida para que aunque configures un diafragma muy abierto (manguera de bomberos) no llegue tanta luz al sensor.
3. Sensibilidad ISO
El último de los 3 factores que influyen directamente en la exposición final de una fotografía.
Aumentando la sensibilidad ISO (100, 200, 400, etc) consigues que la cámara sea más sensible a la luz, por lo que podrás configurar una velocidad de obturación más rápida o más lenta o abrir y cerrar el diafragma, según modifiques la ISO. Cuanto más aumentes la ISO, más rápida podrá ser la velocidad de obturación o más podrás cerrar el diafragma.
- Aumentar el tiempo de exposición, es decir, configurar una velocidad de obturación lenta, con el fin de que el obturador esté abierto más tiempo y entre la luz suficiente.
- Aumentar la sensibilidad ISO, haciendo esto conseguirás que el sensor sea más sensible a la luz y necesite mucho menos tiempo para capturar la escena correctamente.
4. Modos de prioridad semiautomáticos
Aunque seas un defensor del modo manual como yo, hay ocasiones que ya sea por comodidad, falta de tiempo o porque la situación lo requiere, puede que necesites utilizar un modo semiautomático.
Es importante que conozcas cómo funciona cada uno de ellos para saber cómo te pueden ayudar estos modos de prioridad.
5. Modo de prioridad de apertura AV o A
Si disparas en modo prioridad de apertura (Av en Canon o A en Nikon), solo tendrás que configurar la apertura del diafragma, la cámara se encargará de ajustar la velocidad de obturación “correcta” para esa apertura.
Escribo “correcta” entre comillas porque como todos los automatismos, la cámara puede equivocarse, hacer una interpretación errónea o muy diferente de la escena y mostrar un resultado que no se acerca a lo que esperas.
El modo Av o A es estupendo si necesitas ajustarte a una apertura concreta y no quieres preocuparte de la velocidad de obturación.
Podrías además, configurar la sensibilidad ISO en automático y solo preocuparte de la apertura. El problema es que en lugares con poca iluminación, puede que la cámara configure una sensibilidad muy alta y aparezca ruido en tus fotografías.
6. Modo de prioridad a la velocidad de obturación
En este caso, el modo S en Nikon o Tv en Canon dará prioridad a la velocidad de obturación o tiempo de exposición, variando la apertura del diafragma para conseguir una exposición correcta con la velocidad de obturación que hayas configurado.
Es interesante para momentos en los que necesitas una velocidad de obturación rápida como en deportes de acción, en el que existe mucho movimiento y corremos el riesgo de obtener fotos movidas. El problema es que al variar la apertura también variará la profundidad de campo y puede que no sea el resultado que buscamos. Una excusa más para controlar la cámara en manual.
7. Pasos de luz
Los pasos de luz, explicados de forma breve, son los saltos de luz que damos por ejemplo al cambiar de diafragma. De f/5.6 a f/8 hay un paso de luz (f-stop en inglés), igual que de f/16 a f/22, etc.
También son pasos de luz las velocidades de obturación 1/30, 1/60, 1/125, etc o el ISO 100, 200, 400.
8. Ley de reciprocidad en fotografía
Ahora que sabes lo que son pasos de luz, veamos otro concepto fotográfico muy importante y práctico, la ley de reciprocidad.
Imagina que para conseguir una exposición correcta necesitas una configuración de ISO 100, velocidad de 1/60 y f/4, pero ya sea por conseguir más profundidad de campo, por utilizar una velocidad de obturación más lenta o bajar la sensibilidad ISO, necesitas reducir la velocidad de obturación a 1/30sin que la exposición se vea afectada.
En ese caso cerramos el diafragma un paso, de f/4 a f/5.6 y la velocidad la reducimos a 1/30, manteniendo el ISO en 100. Con esta configuración conseguiremos la misma exposición aún habiendo cerrado el diafragma.
9. Profundidad de campo
La profundidad de campo no es más que la zona de la fotografía que aparece enfocada o nítida.
Habrás visto retratos en los que aparece solo enfocada la cara y el fondo desenfocado, en esos casos la profundidad de campo abarcaría la zona de la cara que está nítida.
Puede haber una profundidad de campo mayor o menor, dependiendo de la apertura que hayamos configurado o de la hiperfocal.
La distancia que aparezca enfocada, será lo que mida la profundidad de campo.
10. Hiperfocal
Aunque suele ser un tema que se resiste y no solo a fotógrafos principiantes, es muy fácil de entender realmente.
La hiperfocal es la distancia mínima a la que tendría que enfocar, utilizando una distancia focal (mm) y apertura concreta para que salga todo enfocado desde una distancia determinada a infinito.
Es decir ¿a qué distancia tengo que enfocar para que salga todo enfocado utilizando por ejemplo un 14mm a f/8? La respuesta es la hiperfocal, y enfocando en ese punto conseguiremos que salga enfocado el primer plano hasta infinito.
11. Tipos de planos en fotografía
Si te paras a analizar la mayoría de fotografías que ves en Instagram o 500px, podrás observar que la mayoría están hechas de pie con la cámara a la altura de los ojos. Pocos se agachan, se tiran al suelo, se suben a una silla o al techo del coche para conseguir una fotografía diferente o dar fuerza al mensaje del que te hablaba anteriormente.
Ser consciente de los tipos de plano que existen te ayudará a dar personalidad a una fotografía. No sentimos lo mismo cuando vemos al malo de una película desde un plano contrapicado que cenital.
12. Temperatura de color
La temperatura de color y balance de blancos son básicos para que una fotografía desprenda la misma sensación que tuviste cuando la hiciste.
- Historia
La historia de la fotografía digital enmarca el desarrollo desde los primeros estudios sobre la electricidad y la electrónica más específicamente la creación de retenedores de energía, la invención del primer sensor (ccd), el lanzamiento oficial de la primera cámara digital en 1975 bajo la empresa Kodak y la evolución de las nuevas cámaras cuya película análoga fue reemplazada por los sensores hasta nuestros días.
Sin embargo hay quienes consideran que el nacimiento de la fotografía digital se dio en 1975 con la primera cámara digital, no podemos pasar por alto los acontecimientos anteriores que hicieron posible dicha invención.
En primer lugar y quizás la base de la fotografía digital, tenemos la preocupación de los científicos de la época sobre cómo aprovechar al máximo la energía, que posibilidad hay de acumularla en un espacio o algo determinado y así mismo transportarla y es aquí donde aparece el Sr Alessandro Volta, físico y pionero en los estudios de la electricidad. Gracias a su invento que consistía de dos discos metálicos separados por un conductor húmedo, pero unidos con un circuito exterior, logró producir corriente eléctrica continua que una vez cargado podía transmitir energía a otros objetos. Este sería el principio de la pila eléctrica inventada por él mismo en 1800. Su hallazgo sin duda alguna fue de suma importancia porque aquí ya estamos hablando de acumuladores de energía y fueron precisamente Willard Boyle y George Smith quienes dieron el segundo paso hacia la invención de la fotografía digital aprovechando el invento de Volta.
En 1969 mucho tiempo después en Bell Labs, Willard Boyle y George Smith crean un chip sensible a la luz que sería el principio de la fotografía digital. Diseñan la estructura básica del primer CCD. Aunque no estaba pensado precisamente como sensor de una cámara digital sino como un nuevo tipo de conductor de información entre computadores, y dispositivos electrónicos fue hasta 1975 cuando Steven Sasson dio el tercer paso hacía la fotografía digital incorporando dicho sensor a la cámara y que entre otras cosas fue el principio de la transmisión, del vídeo, del fax, de las copiadoras, escáneres de imagen y de la tecnología como es usada hoy en día.
Paralelamente al surgimiento del CCD y antes de empezar a hablar de Steven Sasson, aparece Samuel Morse, el inventor del código Morse que consistía en decodificar las señales eléctricas que ingresaba al CCD (dispositivo de carga acoplada) en un código binario basado en unos y ceros, y la combinación aleatoria de 1 y 0 (metadatos) representaba una información específica, lo que en términos fotográficos sería una tonalidad de color dentro de un pixel.
Steven Sasson incorpora el sensor CCD a la cámara y asociado con la empresa kodak, el 12 de Diciembre de 1975 presentan la primera cámara digital de la historia. Esta tenía el tamaño de una tostadora y una calidad equivalente a 0.01 megapixeles y además requería 23 segundos para ser procesada y otros 23 segundos para ser visualizada. En 1986 Kodak inventa el primer sensor de megapíxeles del mundo con una capacidad de grabar 1.4 millones de píxeles que podían producir una impresión de calidad fotográfica de 5x7 pulgadas es decir unos 175 cm x 125 cm aproximadamente.
Masaru Ibuka y Akio Morita ya con su empresa Sony Corporation creada en 1946, en una de sus tantas búsquedas de nuevos horizontes ya que la empresa carecía de indumentaria, perfeccionaron el invento de Steven Sasson generando pequeños disquetes para guardar la información e inventan la cámara Mavica con lentes intercambiables, lo que hoy se conoce como la marca Sony en cuanto a cámaras.
Ya con la cámara digital dentro del mercado, solo fue cuestión de unas cuantas décadas para que diversas marcas como la misma Sony, Canon, Nikon y demás, perfeccionaron las cámaras digitales hasta las últimas ediciones que conocemos hoy en día.
- Teoría
- Número áureo
Cuando observamos una fotografía, siempre analizamos diferentes elementos, los que consideramos los más importantes: encuadre, composición, objeto principal, punto de enfoque, etc. sin importar el tipo de fotografía o tema, lo importante es saber que transmite y pensar como fue hecha dicha fotografía en general.
En cualquier fotografía que hacemos, uno de los elementos más importantes es el objeto principal, este debe estar situado en algún punto de la fotografía, para ello determinamos nuestro encuadre y como vamos a tomar nuestra fotografía, que se basa en nuestro conocimiento.
Nuestro campo de visión para un encuadre es muy extenso, pero para una fotografía es más limitado, por lo que es indispensable incluir los elementos más importantes en nuestra fotografía y en la composición se verá el resultado ordenado de esos elementos, por ello en esta ocasión hablaremos cómo aplicar la Proporción Áurea para lograr mejores resultados de composición en una fotografía, con los elementos correctos.
Para tomar una fotografía siempre buscamos buena composición y lo más importante: un objeto principal. Con la proporción áurea conseguimos incluir nuestro objeto dentro de un encuadre geométricamente correcto, lo cual hace que cuando observamos la fotografía, nuestro ojo se enfoca en ese objeto principal de nuestra fotografía, y después se dirige al resto. Para ello debemos observar todo el campo de visión a fotografiar, conocer cuál es el objeto que deseamos resaltar y hacer el encuadre correcto con buena composición.
Para usar la proporción áurea debes incluir el objeto principal de tu fotografía desde el centro de los cuadros, esto es, iniciar en el número 1, 2, y 3, y partir de ahí para incluir los otros elementos que conforman tu composición, así el ojo se centrará en el cuadro con el número 1 y posteriormente verá el resto de la fotografía.
Debes tener pocos elementos en la fotografía, con la finalidad de que al observar, esta no tenga elementos distractores, o muchos elementos que no ayudan a una buena composición, o en su caso, que no tienen nada que ver con el tema que capturamos, haciendo de ella una mala fotografía.
La idea es simplemente incluir 2 a 4 elementos (máximos recomendados) que ayuden a una buena composición fotográfica, y así lograr una fotografía más limpia, con mayor resultado e impacto visual.
- Proporción de 3
Componer una foto según esta norma consiste en dividir mentalmente la imagen en partes o zonas iguales. Imaginamos en el cuadro dos líneas equidistantes verticales y otras dos horizontales.
Con esto conseguiremos dividir la imagen en nueve rectángulos iguales y, lo que es más importante, tendremos cuatro puntos en los que las líneas coincidirán. Estos son los llamados Puntos Fuertes o Principales de la imagen.
La regla de los tercios se basa en algo demostrado: una composición en la que los elementos estén alejados del centro es más placentera para el ojo y parece más natural que una en la que el objeto o sujeto está colocado en el centro. La siguiente imagen produce una sensación poco equilibrada:
En cambio, la composición de una imagen similar resultará más armónica y ordenada si colocamos los elementos importantes en los puntos fuertes. Esto hace que el peso visual aumente y toda la fotografía esté más equilibrada.
- Formatos
Actualmente prácticamente todos los formatos utilizan compresión, hay que distinguir entre la compresión sin pérdidas que mantiene toda la información original y la compresión con pérdidas que “engaña” al usuario aprovechando las debilidades de la percepción visual humano y simplificando detalles de la imagen que éste no va a percibir.
Existen multitud de formatos para comprimir las imágenes digitales, para ser prácticos nos centraremos en los tres más utilizados: JPG (o JPEG), GIF y PNG. Por ejemplo: es muy frecuente que las cámaras digitales guarden las imágenes en JPG, el más empleado para las fotografías.
Para cambiar su tamaño, resolución o formato hay que emplear un editor de imágenes, como Photoshop, GIMP o Paint.NET.
Para elegir el formato adecuado para una imagen hay que valorar su contenido (fotografía, gráfico, etc.), la calidad (dependiendo de su destino: impresión en papel, publicación en web…) y el tamaño del archivo. Vamos a ver ahora en qué se diferencian en ese sentido los formatos de imágenes.
- El formato GIF
Una imagen GIF puede contener entre 2 y 256 colores entre 16,8 millones de su paleta. Por lo tanto, dado el número de colores limitado, las imágenes que se obtienen con este formato por lo general son muy pequeñas.
Sin embargo, dado que su algoritmo de compresión (sin pérdidas) LZW estaba patentado, todos los editores de software que usaban imágenes GIF debían pagarle regalías (royalties) a Unisys, la compañía propietaria de los derechos. Esta es una de las razones por las que el formato PNG se está volviendo cada vez más popular, en perjuicio del formato GIF.
¿Cuándo es conveniente usar el formato GIF?
- Cuando la imagen es pequeña
- Cuando se requiera una animación para ser utilizada en Internet.
- Cuando la imagen tiene 256 colores o se verá bien con ese número de colores.
- Si la imagen contiene altos contrastes o grandes bloques de color.
2. El formato JPG
JPEG (siglas de Joint Photographic Experts Group) o JPG soporta 16,7 millones de colores (24 bits) y es el más empleado (y adecuado) para las fotografías. Al contrario que GIF, usa compresión con pérdidas. Permite ajustar el grado de calidad variando el nivel de pérdidas desde un 0% (sin pérdidas) hasta extremos que normalmente ya suponen inutilizar la imagen.
Esto se puede apreciar perfectamente en la anterior imagen del gatito , la cual se ha comprimido en exceso para ilustrar este efecto.
El formato JPG puede ser adecuado cuando:
- Se requieran imágenes con 24 bits (16.7 millones de colores).
- Cuando la imagen es una fotografía o contiene tonos continuos. No realiza su función muy bien con diagramas, capturas de pantalla, comics, dibujos animados u otras imágenes de alto contraste.
- Serán usadas para su distribución en Internet, se quiere por tanto un peso mínimo de las mismas.
- Se requieren fotografías con un reducido tamaño de archivo.
3. El formato PNG
Este formato fue desarrollado para superar las limitaciones del GIF y utiliza una compresión sin pérdidas, no está sujeto a las patentes que pesan sobre el empleo del GIF.
El formato permite imágenes con color verdadero, escala de grisesy paleta de 8 bits. Al igual que el GIF es adecuado para imágenes con pocas variaciones de colores. En estos casos, a diferencia de JPG, reproducirá la imagen de una manera perfecta, en la izquierda se puede ver una comparativa entre el comportamiento del formato JPG comprimido con pérdidas frente a PNG sin pérdidas.
Por tanto, el formato PNG será adecuado cuando se quiera:
- Compresión sin pérdida para imágenes de color de alta resolución y alto contraste.
- Imágenes de alta calidad con compresión sin pérdida.
4. El formato BMP
El BitMaP es el formato nativo del sistema operativo Windows de Microsoft y el más simple de todos: define los valores de cada pixel, uno a uno, de abajo a arriba y barriendo las líneas de izquierda a derecha. Los datos se pueden comprimir, pero esta opción casi nunca se emplea.
Su gran problema es que genera archivos enormes y por tanto no se debería utilizar nunca, se encuentra completamente desfasado y se menciona solamente para insistir precisamente en que el usuario evite utilizarlo.
5. El formato RAW
Este formato se menciona también por completitud más que por su utilización práctica por el lector del artículo. El formato RAW (en Ingles No alterado o en Forma Natural, para el caso de imágenes entiéndase como Formato de Imagen sin Compresión o Crudo) es un formato de archivo digital de imágenes que contiene la totalidad de los datos de la imagen tal y como ha sido captada por el sensor digital de la cámara digital.
Suele tener una mayor profundidad de color (36 o 48 bits) y se considera un formato orientado a profesionales, para el tratamiento posterior de las imágenes.
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